El cielo gris y furioso anunciaba tormenta.
Mostrándonos su lado más oscuro,
diciéndonos que era un total error lo que hacíamos.
Advirtiéndonos que tarde o temprano explotaría sobre nosotros.
El estaba a mi lado, e íbamos tomados de la mano tan fuertemente
que ni el cielo, la tormenta, los rayos o relámpagos podrían separarnos.
Las gotas de lluvia empezaban a caer despacio y elegantemente sobre el asfalto.
Se aproximó un bus que nos conduciría a nuestro destino.
Lo tomamos y nos sentamos mirándonos con sonrisas dibujadas en nuestros rostros.
Las Gotas de lluvia golpeaban fuerte en la ventana.
El cielo estaba enfurecido por no escuchar sus advertencias.
Bajamos del bus, para refugiarnos bajo una parada abarrotada de gente que se protegía de la tormenta, mientras otros, pasaban corriendo bajo muchos divertidos colores.
La lluvia ya había dejado a su paso ríos y charcos, que parecían espejos
en los cuales el cielo podría admirarse.
Miles de gotas nos mojaban disimuladamente, mientras nosotros seguíamos abrazados viendo todo pasar en camara lenta con un fondo musical francés.
¡Era el momento perfecto! Su tibio abrazo me protegía del frio que bailaba en el ambiente; así como
sus besos en mi frente y en mis labios…Las gotas envidiosas salpicaban sobre mis pies desnudos pero ninguna fuerza podría arruinarme el momento.
Entonces su tibia mano que acariciaba mi cabello, se deslizó fuera de la protección de la parada, y
fue hermoso ver como las gotas de lluvia encontraban refugio entre sus dedos,
tal como mi cuerpo lo encuentra en el suyo… Las pequeñitas gotas se deslizaban por sus largos dedos acariciándolo suavemente.
Me miró y sonrió de manera picara mientras deslizaba su fría y mojada mano por mis mejillas.
Es tan hermosamente perfecto tener un ser tan único, místico y mágico cerca de mí.
Podría considerarme la chica más feliz del Universo entero, solo con poder sentirlo volar a mi lado.
Escrito por: Mayela López
© 2009. Todos los Derechos Reservados.
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