
El tiempo se detiene cuando me miras a los ojos y tus labios besan los míos.
Pero, el tiempo, también se detiene cuando tus ojos evaden mi mirada y cuando tus labios huyen de los míos.
Curiosamente en ambas circunstancias el tiempo actúa de la misma manera, pero el espacio, el aire y mi corazón actúan de forma distinta en ambos casos.
Cuando me besas; el espacio se hace grande y Brillante.
Cuando no lo haces; el espacio es oscuro y me aplasta mientras se hace pequeño.
Cuando me besas; el aire es liviano y dulce.
Cuando no lo haces; el aire es denso, tanto que no puedo respirar, tanto que me quema la garganta.
Cuando me besas; mi corazón late rápida pero placenteramente.
Cuando no lo haces; mi corazón se arruga y con cada latido se agrieta.
Escrito por: Mayela López
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